lunes, 6 de mayo de 2013

Visita al Jardín Botánico

El hermoso Loto Blanco. Foto: José Zambrano.
Siempre es llamativo, para las personas interesadas en las culturas y civilizaciones, observar cómo el ser humano es capaz de destruir o construir de una manera apoteosica y sorprendente. Ambas naturalezas
conviven en los seres vivientes. Es terrible ver cómo una bomba puede borrar definitivamente pueblos y espacios de la naturaleza que tanto han costado construir. Ya sean edificios construidos por las
esforzadas manos de un pueblo, o un hermoso bosque hecho por los hilos causales de la naturaleza, en ambos hay un tiempo y una energía invertidos.
Los jardines son un extraño y maravilloso ejemplo del empeño constructor del hombre. Una actitud positiva ante el entorno. Un intento de concentrar todo lo bello de las formas vegetales en un espacio. Son variadas las las causas que llevan al hombre a hacer jardines, quizá es el ansia de un paraíso perdido, la necesidad de
regresar a la naturaleza, etc.
Somos testigos de que a lo largo de la historia muchos de esos espacios han surgido como simples caprichos de los poderosos. Pero también podemos ser testigos de algunos jardines que sirven a un bien común. Creo que el Jardín botánico de la ciudad de Caracas es una buena muestra de ello. Es un espacio de formación, un refugio para las aves, un lugar de relajación y un deleite para los ojos.
Gracias a la labor de los ilustres venezolanos que trabajaron en su construcción hoy podemos disfrutar de ese espacio ubicado en el centro geográfico de nuestra ciudad capital. Una labor que se inició en 1945
bajo la dirección del Dr. Tobías Lasser, ayudado por el horticultor suizo August Braun y del jardinero venezolano Pedro Jaspe. Abrió finalmente sus puertas en el año 58. Y actualmente cuenta con unas
1700 especies nacionales y foráneas.
Esta foto que tomamos, es de la primera laguna, son unos capullos de Nenufares. Foto: José Zambrano.
Este complejo funciona actualmente como la Fundación Instituto Botánico de Venezuela, que fue creada por el entonces Ministerio de Ambiente, IMPARQUES, FONACIT y la Universidad Central de Venezuela. Y
la misma está encargada proteger, conservar y mantener el Jardín Botánico de la UCV, el Herbario Nacional de Venezuela y la Biblioteca Henry Pittier. Además, sus instalaciones forman parte del estatuto de Patrimonio Mundial Cultural de la Humanidad declarado por la Unesco, en el año 2000.
El Colectivo Vida Verde quiere invitarlos a que visiten este hermoso  lugar pero con la consciencia de que debemos cuidarlo y protegerlo, no solamente con el aporte que se da para ingresar, sino con una actitud
de respeto y serenidad ante las plantas y animales que allí se encuentran, es decir, sin utilizar equipos de sonido o armas, sin poner en él propaganda comercial, y por supuesto, sin dejar basura. Además, debemos procurar no extraer del mismo lasespecies o plantas que allí conviven.
Quizás la contemplación y el estudio de este espacio, además de la participación en los talleres que ofrecen, puedan potenciar en nosotros, los habitantes de Caracas, una actitud de mayor convivencia pacífica, una mayor disposición a "jardinizar" nuestros espacios cotidianos o nuestra propia vida...
Compartimos con ustedes, en esta entrada, una serie de fotografías que tomamos, esperamos que las disfruten, que les motiven a darse un paseo por el lugar, para aprender más sobre la naturaleza o simplemente para entrar en
sintonía con ella.

Otro que ya está abierto. Foto: José Zambrano.
Foto: José Zambrano.
Foto: José Zambrano.
La vida se levanta, a pesar de haber caído.
Foto: José Zambrano.
Foto: José Zambrano.


Foto: José Zambrano.
Foto: José Zambrano.